El baño es una actividad relajante y favorece el sueño del bebé. Por ello, la mayoría de las madres baña a su hijo por la noche.
El baño favorece el contacto corporal entre la madre o el padre y el bebé, lo cual le tranquiliza y le da seguridad. Es un buen momento para hablarle, cantarle, hacerle algún mimo o, después del baño, darle un masaje. La bañera no debe llenarse más de 10 ó 15 cm y la temperatura del agua debe estar cercana a la temperatura del cuerpo 35-37º. Si no dispones de un termómetro de baño, puedes comprobar la temperatura introduciendo un codo en el agua. Empieza llenando la bañera con agua fría y completála con agua caliente. Así evitarás que tu bebé se queme.
No abuses del uso de jabones. No hace falta utilizar jabón a diario sobre la piel de los bebés, pues reseca en exceso la piel. Sólo es necesario si está muy sucia la zona del pañal. Puedes utilizar aceites vegetales para favorecer la elasticidad de la piel. El bebé no debe quedarse solo en el baño en ningún momento. Por ello, debes asegurarte de tener a mano todo lo necesario antes de empezar a bañar a tu bebé:
OBJETOS NECESARIOS PARA EMPEZAR A BAÑAR A TU BEBÉ- Una toalla seca y templada para secar al bebé despues del baño.
- Jabón líquido neutro para bebés.
- Una esponja vegetal para frotar sin dañar la piel del bebé.
- Crema especial para el culito del bebé.
- Aceite o crema hidratante para bebés.
- Una gasa estéril y alcohol de 70 grados para la cura del cordón umbilical
- Pañales limpios.
- La ropa con la que se va a vestir al bebé después del baño.
- Un cepillo de cerdas suaves para el pelito del bebé.
- Colonia suave para bebés, que debe aplicarse en la ropa y con moderación.
El polvo de talco puede ser tóxico para el bebé si éste lo inhala. Es preferible prescindir de su uso.
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