NIÑOS QUE SE EXPRESAN MORDIENDO
A las educadoras nos preocupan mucho los niños que se expresan mordiendo pues, aunque
estemos vigilantes, son tan rápidos que muchas veces no llegamos a tiempo de
evitarlo. Además, es una conducta que hace daño a los demás niños y genera
mucho malestar entre los padres. Para que esta conducta no se llegue a
convertir en un hábito, es importante ofrecerle al peque otras maneras de
expresarse y relacionarse con sus compañeros. Si sólo se le riñe y penaliza sin
mostrarle alternativas, tan sólo estamos castrando su expresión emocional, pero
no dándole salida a través de otras maneras, de otras conductas.
Cómo actuar tanto educadoras, como
padres, tíos, abuelos.... Es importante que tanto en casa como en la guardería
(Jardín, Maternal...) se actúe igual:
Pautas para atender al niño que
muerde
·
No gritarle, No pegarle en la boca ni reñirle
diciéndole ¡Eres malo/a! ¡Siempre igual! ¡Estoy harta siempre hagas lo
mismo! Pues no sirve más que para humillar.
·
Ponerse a su altura y decirle con cara seria y tono contundente,
pero sin chillar y sin estar enfadada "Eso no se hace. Has hecho
daño a tu amigo/hermano, mira como llora. Con la boca se dan besos. Dale un
beso para curar pues le has hecho daño".
Si le gritamos y le exigimos el
beso puede que el niño/a no quiera hacerlo por miedo y porque se sentirá
bloqueado. Es importante tener una actitud de serenidad pero no de
amenaza, el beso es para curar el daño, para que conozca otra
manera no dañina de usar la boca y para inculcarle respeto
por el otro. Pero el respeto por el otro no lo llegará a entender sino es
también tratado con respeto. Digamos que el mensaje sería has hecho algo
malo, repáralo con un beso y te voy a enseñar con respeto y paciencia otra
manera de actuar.
·
Si en ese momento se intuye el motivo de la mordida, debemos ofrecerle
al niño cómo debería haberse expresado sin morder. Nuestro
tono ya no debe ser contundente, ni de enfado. Usemos un tono más bien
reconciliador y una expresión amorosa "Qué querías ¿Qué te de
diera su juguete? Pues se lo pides, por favor me dejas tu muñeco".
"¿Te sentías asustado porque jugaba muy cerca, pues le dices no me
molestes, o te vienes a jugar aquí que esta zona es más tranquila".
"¿Hoy estás de mal humor? Pues patalea con los pies, pega a la almohada, o
muerde este juguete (un mordedor) así no harás daño a nadie. A esto sí le puedes
morder."
·
Aunque no se sepan los motivos de la mordida, es necesario darle un
mensaje alternativo para que vaya aprendiendo cómo podría haberse expresado sin
dañar. Da igual tenga 10 meses, como 18, como 2 años o 3. Aunque sean
bebés ¡Sí entienden! Captan perfectamente el mensaje que le
estamos transmitiendo. Y mientras le mostramos otra manera de expresar sus
sentimientos, recordad no usar actitud de enfado!
·
Evitar con los padres, con los hermanos juegos del tipo "Te voy
a comer", "Te quiero tanto que te como" tan típicos en
estas edades (ya que realmente estan para comérselos de guapos, dulces,
inocentes...) pues potencian el poder de la boca y claro, para ellos ya tiene
suficiente significado.
·
Elogiar, alabar cuando el niño resuelve sin morder. "Muy
bien, le has cogido su juguete sin hacerle daño" "Muy bien,
muerdes el mordedor y así no haces daño". "¿ Estas cuidando tu
muñeca? ¿Lo haces con besitos? Con la boca se dan besitos, seguro que tu muñeca
está muy contenta de tus cuidados"
·
Aprovechar cuando coma para resaltar que se muerde la comida "Ves
se muerde la manzana para comer, ñam, ñam. Eso sí se hace. A la manzana no le
haces daño, si lo haces a tu hermano/amigo sí"
·
Necesita la misma actitud de respeto y amorosidad que
todo niño. No etiquetarlo de niño/a difícil, ni conflictivo/a.
He visto niños/as que tras estar
meses (¡sí meses!) transmitiéndoles este mensaje después de morder
instintivamente a un compañero besarle acto seguido e incluso acariciarle para
curar sin haber intervenido ningún adulto. Niños mordiendo sus ropas o
cojines (como mi hija) en un momento de euforia emocional, en vez de
morder a otro niño. Niños/as muy orales (y por tanto mordedores) que poco a
poco han bajado la intensidad de sus mordidas.
Hablar con los padres
Tratar el tema con los padres de los
niños mordidos con naturalidad y honestidad. Es muy normal les disguste hagan
daño a su peque y lo muestren a las educadoras con quejas, enfados, o
reprochando no hacen bien su trabajo. Pero sin entrar en enfrentamientos les
transmitís que son peculiaridades normales del mundo infantil (como las
rabietas, el gusto por los cuentos, el No!, el control de esfínteres, etc.).
No les habléis mal del niño/a
mordedor para aliviar su enojo de padres heridos, pues con ello
estáis animando a que los padres critiquen o juzguen cómo lo hacen otros
padres, a que crean su hijo se relaciona con niños conflictivos o malos, o que
sientan que su hijo es un víctima mientras los otros tienen más poder, que su
hijo es un blando porque no se defiende.
Todos los padres deben comprender que
son reacciones (como el pegar, empujar, llorar, besarse) que se dan en esta
fase del desarrollo de sus hijos, al igual que entre los adultos existen las
envidias, los engaños, el orgullo, el resentimiento, la venganza... Aspectos y
sentimientos que dañan y que usamos los mayores, y en cambio, son inconcebibles
e inexistentes en el mundo infantil!
Transmitir a los
padres seguridad, que estáis trabajando el tema diariamente y que necesitáis de su
paciencia y colaboración.
Se requiere tiempo
y constancia. No basta con actuar así cuatro días y al quinto estar hartos/as porque
sigue mordiendo. El niño/a necesita más tiempo para aprender nuevas
alternativas y constancia en el mensaje, es decir, repetirle siempre lo mismo.
Sé que resulta cansado para las
educadoras pues además de atender y educar al niño que muerde hay que atender
al que ha sido mordido, y que además, hemos de estar por mil cosas más (pues
tenemos otros 10 o 18 niños por atender).
Sé que resulta cansado para los
padres pues al quinto día llegan a pensar que su bebé de 10 meses o niño de 2
años no les entiende, se rinden y acaban por etiquetarlo de imposible o
conflictivo y con ello dejan de actuar. Eso es un grave error pues es como dejar
de echar semillas en una tierra muy fértil. No se recogerá ningún fruto por
haberse rendido demasiado pronto.
¡Constancia, tiempo, coherencia,
respeto por el niño, amorosidad, confianza y presencia! Nadie dijo que educar
fuera fácil, ni para los padres ni para los profesionales de la educación.
06/03/2014 09:20 a.m.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario