El aprendizaje del control de esfínteres es un proceso que demanda mucha paciencia: para los padres que deben enseñarlo, y para los chicos que "accidente tras accidente", deben aprenderlo. Juntos al baño Es fundamental motivar al niño en este nuevo emprendimiento. Al niño le encantará escuchar que ya es grande y que por eso debe dejar los pañales. Es útil contarle brevemente cómo se produce el proceso de digestión y qué señales corporales le indicarán que debe ir al baño. Al respecto, ayuda mucho permitirles a los varones que vayan al baño con papá y a las niñas con mamá. En esta edad disfrutan imitando las conductas de los mayores. Otra forma de sensibilizarlos es llevarlos a jugar en el baño: que tiren de la cadena, que corten el papel, que ubiquen la pelela en su rincón favorito y que se suban y bajen la bombacha o calzoncillo. Planear un día de compras Una forma de hacerlo participar es planear un día de compras juntos. Esta debe ser una salida exclusiva donde puedas dedicarle toda tu atención. Antes de comprar la pelela permitile que las mire, las toque y que elija la que más le guste. Manos a la obra Durante las primeras 2 semanas hay que continuar con los pañales, llevándolo al baño y sentándolo sobre la pelela o inodoro. No lo dejes solo y acompañalo hasta que termine. Procurá llevarlo al baño en la mañana al levantarlo, después de las comidas o antes de ir a dormir; a la noche y a la siesta. Durante el día puede intentarse una visita al baño cada 2 horas, sentarse y esperar... En algunos de estos intentos empezará a usar la pelela. En fin, lo hizo: felicitalo con mucha ternura por el logro conseguido. Y, de a poco establecerá una relación entre sus sensaciones físicas de necesidad y la pelela. Alentar los logros Además de celebrar cada vez que use la pelela o pida ir al baño, es conveniente premiarlo inmediatamente después de sucedido. Los mejores premios son un gran beso, un fuerte abrazo y una sonrisa. Esto le incitará a repetir el comportamiento y fortalecerá su autoestima. Por el otro lado, no hay que festejarle un "accidente" porque este refuerzo positivo de una conducta indeseada le provocará confusión. Tampoco hay que enojarse cuando no lo logra, no debe sentir que está en juego el amor de sus padres. Hay que evitar los comentarios tipo "chancho" u otros por el estilo. Podría inhibirse, y en el futuro, reterner la orina o las heces. Jamás hay que castigarlo por ensuciarse, aunque sí mostrarle tu descontento, pero sin exagerar. El chico está creciendo y aprendiendo, como lo hizo cuando empezó a caminar. Este aprendizaje tiene características diferentes: se ensucia, huele mal y se molesta. Pero está intentándolo y necesita ser acompañado en el proceso. ¿Cuándo sacarle los pañales? Esta es la gran pregunta. Lo conveniente es hacerlo cuando logra usar la pelela varias veces al día y se mantiene seco durante varias horas. Es el momento de darle la gran noticia: comenzará a usar ropa interior. Durante algunos días ocurrirán un par de "accidentes", pero no serán razón para volver a los pañales. No hay que olvidarse de llevarlo al baño antes de ir a dormir o después de haber tomado mucho líquido. Todos los chicos aprenden a ir al baño. Este proceso puede ser más o menos rápido según cada caso y es fundamental que los padres los acompañen en esta etapa tan importante que los lleva hacia la independencia.
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viernes, 24 de junio de 2011
26º mes - Ya soy grande
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